sábado, 14 de julio de 2012

Diálogos

I

-Déjame
-No.
-Que me dejes
-No.
-Aléjate de mí
-No.
-¿Por favor?
-No.
-¿Y si es que te  digo que te odio?
-No me importa
-¿Que cada fibra de tu ser me produce tal síndrome de repulsión que ni aguanto el olor a podredumbre que emana tu desgracia?
-¿Y?
-Pues lo hago
-¿Qué cosa?
-Odiarte
-Ahh... bueno
-Déjame
-No.
-¿Acaso no entiendes que la oxidación del pobre emplumado es inevitable ante los ojos de Dios?
- Ajá
-Entonces, déjame… Que soy malo!
-No importa
-Puerco insulso, déjame
-Que no.
-Pero... ¿Por qué?
-Porque me prometí a mi mismo que para cuando volviera, el pasto habría crecido.

No hay comentarios:

Publicar un comentario