domingo, 27 de junio de 2010

Al borde del precipicio

Mientras caminaba y marcaba mi propio camino, confundida seguí avanzando. Me encontré con un millar de gente, unos buenos, otros malos, y algunos indiferentes. De todos ellos seguí mi camino contigo, te vi tropezar y volverte a levantar, vi como luchabas contra la gente. También vi cada lágrima derramada en las piedras por algunos que no valen la pena. Pasa el tiempo y me sigo confundiendo y sigo sulfurando mi cabeza en busca de la respuesta del porqué.
Estabas mal, no sabías en que dirección continuar, hasta que ambas nos encontramos frente a la imponencia del precipicio de los sueños caídos, tuviste miedo, no querías saltar, entonces me empujaste a mi, sin saber que ocurriría después, tapizaste mis sueños y memorias, creencias y fe con desprecio hiriente, rencor de tí misma, pues fuiste tú misma quien acabó con tus ideas soñadoras. Por ello me empujaste al vacío sin retorno
Caí en lo más profundo del abismo, pero sabes, menos mal que tengo alas y aprendí a volar.

lunes, 7 de junio de 2010

Esto ya me está carcomiendo el alma...

Denuevo la ferviente mirada en sus ojos, solo la deja salir cuando estamos solos, ambos somos muy tímidos entre la gente nos solemos perder con falsos pensamientos ocultando lo que se siente, tratando de disimular que nada está pasando. Los nervios me carcomen los sentidos; tiemblo, y no puedo dejar de mirar el piso, me encantas y no lo sabes.
Solo quiero que se abran los ojos y los sentimientos afloren, sentir y vivir lo hermoso, hablar de esto, sentirme completa y poder regocijarme en tus brazos. Sólo quiero que lo sepas.