domingo, 4 de julio de 2010

el tiempo pasa, la vida sigue...


De pronto hechada en mi cama mirando el techo mientras escuchaba Radiohead me di cuenta de las pequeñas cosas que hacen un día diferente al otro, como por ejemplo, hoy vi cazar a una especie de aguilucho cuando iba camino al colegio. Curioso es que no nos percatamos de la simpleza de la belleza que hace a la vida aparecer puesto que estamos enfrascados en la rutina de siempre, es más, cuando uno logra salir de la rutina diaria nota una infinidad de cosas que pasan desapercibidas, como los diferentes matices de una flor o la forma que posee ésta.
Todavía recuerdo la mañana del Viernes de la semana pasada en la cual un perro se levantó de su lecho matutino en cuanto me vio pasar y me escoltó hasta el paradero. No me molesta la compañía canina en las frías mañanas de Santiago en los meses de Junio-Julio a eso de las 7:45 de la mañana, es más, me da una sensación de calidez, no se, es raro, pero me alegra el día.
Bueno, en fin, depende de cada uno lograr hacer su rutina mas linda o placentera con algo distinto cada día, ahora llegó mi gato, es señal de que tengo que ir a darle de comer, me despido y (a ti lector o lectora) os deseo felicidad y uhhh... mucho quesito en tu travesía universal....

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